JIGGING La pesca vertical

Esta modalidad de pesca, consiste básicamente en el uso de señuelos plomados desde embarcación que son dejados caer libremente al fondo. En este punto, el pescador va realizando recuperaciones rítmicas del sedal, al tiempo que ejerce una acción sincronizada a través de las flexiones de la caña.


Normalmente se pesca con el barco a la deriva en profundidades superiores a los 25 metros y con fondos rocosos, naufragios …. El objetivo no es otro que el de simular a un pez que huye hasta la superficie. Esto resulta sumamente atractivo para grandes depredadores, hasta el punto de capturar piezas de tamaño muy importante.Por tanto una buena sonda será fundamental.


El jigging, también llamado pesca vertical se ha convertido en los últimos años en un fenómeno sin precedentes en la pesca deportiva mundial. Originalmente se practicaba de modo tradicional en Japón y hasta los años noventa no hay noticias de las primeras prácticas en Europa.


Si bien, esta técnica nipona, requiere de un equipo especialmente preparado, de tal modo que pueda hacer frente a la lucha contra potentes depredadores. En los últimos años, se están empezando a diseñar cañas y carretes específicos para cada una de las tendencias sucedáneas del jigging.


El equipo habitual para la práctica de esta modalidad, se compone básicamente, de una caña o vara, un carrete y una línea madre de la que prende el jig; cada equipo dispondrá de unas características particulares, dependiendo de el lugar, acción, así como del objetivo.-


Loss señuelos, denominados jigs, han sufrido modificaciones evolutivas hasta el día de hoy, pasando desde formas que asemejan a gran cantidad de animales marinos como “peces pasto”, hasta los materiales, tales como metales, en la que el plomo goza de mayor popularidad y mejor efectividad.


En la actualidad se pueden adquirir infinidad de variedades y colores de cientos de fabricantes y marcas, quienes desarrollan todo tipo de investigaciones para la mejora de estos efectos.


Hoy en día se pueden adquirir infinidad de equipos y combinaciones entre vara, carrete, sedal y señuelo, a muy buen precio, siendo lo mas apropiado el uso de carretes con una relación de baja ratio (vueltas de carrete por cada giro de la manivela), 4:1, 5:1 , con el fin de imprimir un movimiento adecuado al señuelo.


Con respecto a las cañas a utilizar, habrá de tener en cuenta que es una modalidad que se práctica desde embarcación, por lo que el tamaño de la caña sera de especial relevancia. Lo más cómodo y habitual, será la ultilizacion de varas que no superen los 200cm, con una flexibilidad y acción en directa relación con el gramaje del señuelo, al tiempo que sean lo suficientemente resistentes como para aguantar las acometidas de piezas colosales.


Por último y no por ello menos importante sera el uso de un sedal que cumpla con las exigencias del jigging, siendo lo mas aconsejable, el uso de “líneas trenzadas” hechas de material acrílico, las cuales ofrecen altísima resistencia, un peso y resistencia a la corriente muy reducido, y un diametro acorde con las exigencias del pescador; carecen de elasticidad, cualidad que consigue un estrecho y eficaz contacto y coordinación entre el pescador, caña y señuelo.


Esta línea trenzada debe combinarse, mediante un nudo “allbright” con un monofilamento de fluorocarbono en el extremo, de aproximadamente diez metros de longitud, línea de de alta resistencia que permanecerá invisible ante los ojos del pez; de este terminal prenderá el señuelo mediante un quitavueltas o emerillón.-


El señuelo podrá variar, según la modalidad de jigging a realizar, pasando desde los ya clásicos “peces metálicos”, hasta los “shads”, “rubbers” e “inchikus” (señuelos compuestos por vinilo y una bala o cabeza metálica).


Con respecto al movimiento del señuelo, podrá variar, dependiendo de la profundidad desde donde se realice la actividad, del señuelo empleado o de la pieza a lograr, pudiendo combinar toda clase de movimientos y recuperaciones a lo largo de la vertical; también resulta eficaz, el simple levantamiento del señuelo desde el fondo, dejándolo reposar a modo de bucle en diferentes profundidades, aliñado todo con derivas controladas al pairo o a garete (sin fondeo), con el fin de llamar la atención de una presa y recorrer la máxima extensión posible.


El Jigging está de moda… a disfrutarlo