Gestión de la pesca sin muerte

Este primer post que nos lanzamos a publicar queríamos dedicarlo a la pesca sin muerte y hacer un análisis sobre cómo afecta a las economías de las zonas rurales y cómo se puede gestionar la pesca.


La pesca y la economía


No cabe duda que la pesca sin muerte mejora la calidad de la especie ya que fomentamos su evolución natural, los mejores ejemplares sobrevivirán a enfermedades y depredadores teniendo más posibilidades de reproducirse aumentando la calidad genética de las nuevas generaciones.


Los pueblos ribereños verán un aumento de visitas a sus aguas ya que la mera posibilidad de capturar un pez de record atrae a pescadores deportivos (aficionados y profesionales) aumentando los ingresos de los negocios locales (restaurantes, hostales, tiendas de pesca, licencias de pesca,…). Aparte de ese beneficio directo existirá uno indirecto como es el simple hecho de la publicidad que generará en el turismo rural.


La gestión


La pesca sin muerte no es fácil de gestionar, lo principal es la vigilancia y la concienciación, y hacer respetar/cumplir las normas establecidas. Se debe diferenciar entre embalses y ríos.


En los embalses sería muy interesante (no es muy común en España) establecer zonas de captura y suelta en las reculas o entradas de agua (como mínimo), ya que es común la pesca en estas zonas en época de reproducción, momento en el que más protección debe tener el pez para que la puesta la realice con éxito.


En los ríos sería interesante ampliar los tramos de pesca sin muerte, no tiene sentido hacer tramos de escasos cientos de metros mezclados con tramos de pesca tradicional.


Si se quieren grandes ejemplares (hablamos de trucha) debería haber tramos de entre 4-10 km sin muerte, que incluyan vedados en las cabeceras de los ríos y arroyos reproductivos para garantizar las puestas. De esta forma cuando la densidad de ejemplares sea adecuada las mismas truchas irán migrando a otras zonas.


Quiero hacer un apunte en favor de la pesca con muerte; ya que cuando decíamos que es difícil la gestión es porque si no extraemos ningún ejemplar se puede tender a dos cosas, la inversión de la pirámide alimenticia, con demasiados ejemplares grandes (depredadores) que acaban con los alevines (ya sabéis que los peces no respetan ni a los de su especie) o una densidad muy alta de ejemplares que puede provocar escasez de alimento y por lo tanto tamaños pequeños; estos casos no son muy comunes en España.


Pirámide alimenticia invertida


La solución


Lo primero fomentar la captura y suelta, después hacer inventarios encuestando a pescadores y saber que tenemos en el agua y dado el momento de que hubiera algún problema fomentar, por ejemplo, concursos de pesca para sacar grandes ejemplares (si la pirámide está invertida), convocar jornadas de pesca (infantiles, recreativas, gastronómicas, etc.) si hay riesgo de exceso de población, etc.


Supongo que seguiremos hablando de esta tema, ya que es apasionado y muy difícil de tratar, pero sobre todo CAPTURA Y SUELTA. Si haces un viaje de pesca al río Ara o ibones del Pirineo, descubrirás zonas bien cuidadas.